Posteado por: inespiral | marzo 17, 2008

Reportaje, Prostitución en Zaragoza

 

 La economia sumergida del sexo se mantiene gracias al trabajo de  unas 1500 prostitutas irregulares

Zaragoza.

Gerge salió de Ghana en camión, atravesó el magreb. Vino en patera. No murió, tuvo suerte. Llegó a Zaragoza hace un año, ya está empadronada y es una de las pocas prostitutas  hacen la calle. Tiene 21 años.»Soy prostituta porque soy ilegal y no encuentro otro trabajo, ¿qué que querría ser? No sé, ¿Qué pregunta es esa?- dice Gerge en un inglés machacado-Si aparece la policía me voy corriendo» Cuando un hombre la maltrata, los policía del barrio le indican la puerta de la comisaría de Delicias. Le advierten que si no quiere ir lo mejor es que se marche a casa. Y ella  marcha a casa. Comenta que sólo cuando las lesiones son muy graves puede denunciarlo, pero prefiere no hacerlo. Gerge trabaja todos los días, gana lo suficiente como para alquilar una habitación e ir tirando. No más. No tiene deudas. Según cuenta, vino sola. Y en Zaragoza hay algunos que la llaman puta negra o escupen a su lado. Gerge piensa que la gente en Zaragoza es racista, y lo afirma muy claro, con un gesto de asco:»Cuando te ven les oyes decir, mira esa, sólo porque soy negra. Hay hombres a los que se lo ves en la cara, que son unos cerdos, a otros no se les nota, pero luego son peores».

Si Gerge tuviera algo de dinero volvería a su país, Ghana porque si tuviera dinero no habría venido a España. Cuando le preguntamos si envía dinero a su familia responde riéndose, ¿Qué dinero? ¿Qué agrupación familiar? No va a hacer nada para atraer a sus hermanos, si quieren venir, que se muevan, ya son mayores. Entre los ciudadanos de orígen extranjer no suele notar actitudes racistas, pero si en los autócotonos “con los negros, con los chinos, y con los portugueses” Gerge no se siente discriminada. ¿Ayudas? Las justas.

En ese momentos pasa un hombre que chilla estridente. ¿Está loco? «No, he´s only drunk», masculla. Al preguntarle por el uso de protección nos mira incrédula, «si, siempre uso preservativos», añade.
Gerge es una de las 1400 prostitutas que David Baringo y Rafael López Insausti estiman que hay en Zaragoza en su libro “Nadie va de putas”(2006).

El número de apartamentos donde se ejerce la prostitución supera los 700, y hay casi 50 clubs y locales de Alterne, muchos de ellos en carretera o concentrados por las zonas de Francisco Vitoria, Antonio Maria Claret, Escosura, Ramón y Cajal y Casco Viejo. Desde hace algunos años, en el mercado de la prostitución van predominando las latinoamericanas, las eslavas y las sudamericanas, en detrimento de las españolas. ¿Las razones? Según Teresa Galvez, trabajadora social en la casa de las culturas,  los inmigrantes que vienen a trabajar, lo hacen en puestos que los españoles rechazan, construcción, cuidados familiares, hostelería, limpieza. “De hecho- señala Teresa Galvez- un empresario solo puede contratar a un trabajador de orígen extranjero si el puesto al que aspira se encuentra entre los puestos de dificil cobertura o ningún español ha optado a él tras dos semanas pueblicado en el INAEM”

La prostitución y la hostelería se encuentran entre los trabajos precarios a los que las mujeres españolas suelen renunciar, y como medio de ganarse la vida todavía está mucho mejor remunerado que fregar suelos. “Por fregar suelos, ganas 5 euros la hora- escribe Dolores Juliano, una investigadora catalana-por utilizar tu cuerpo y artes sexuales unos 60.” Sin embargo, aunque en España se practica una política de “tolerancia” con la prostitución, la prostitución no se contempla como trabajo legal.  Por ello, los clubes y hoteles que funcionan como lupanares han desarrollado fórmulas diversas para eludir los contratos y obtener beneficios. 

Ultimamente están proliferando los hoteles en los que las mujeres pasan una temporada en alquiler (alrededor de un mes)  y cobran sus servicios en la misma habitación en la que duermen. Tras el mes abandonan el hotel y rotan a otra ciudad. Esto tiene la ventaja de ofrecer a los clientes nuevos productos cada temporada y eludir el control estricto. Los beneficios directos de su actividad sexual pueden para ellas.  A su alrededor atraen un mercado que comprende bebidas alcohólicas, drogas, viagra, juego, cosmética, publicidad. Se calcula que en Zaragoza, en el año 2005, este mercado movió 193 millones de euros.

En el club El Hispano, en Camino de las Torres, no se practica la prostitución en sí, aunque el ambiente “de contactos” incluye bailes en los que las gogos enseñan las bragas, copas a elevados precios y chicas guapas que tontean con los clientes, en general hombres de mediana edad, salidos de congresos o grupos de jóvenes.  Todas las camareras son extranjeras y están “protegidas” por los guardias de seguridad del local.
El trabajo sexual es, según Dolores Juliano, una manera de hacer dinero rápido, aunquetiene algunos inconvenientes. Por un lado, la falta de seguridad jurídica (expecialmente para las mujeres extranjeras con carta de expulsión), así como la dureza del trabajo, y el hecho de no estar reconocido, lo cual estigmatiza la actividad, aunque también permite ejercerla como ingreso complementario.

La frontera entre elección personal de la mujer y explotación a manos de un empresario o proxeneta es siempre fragil, y sobre su naturaleza se han abierto varios debates.
Algunas mujeres defienden la reglamentación de su trabajo sexual (destaca Colectivo Hetaria), otras feministas abogan por el abolicionismo de la prostitución “como doble explotación: capitalista y machista”
  En el Centro Alba, centro del comité antisida en la calle Boggiero, Asunción anima a las chicas a que dependan solo de sí mismas ya que llevan la fábrica encima. “Les alentamos a crear colectivos, buscar un piso entre varias para ser autónomas y no depender de ningún club-dice Asun- ya que no tienen ningún derecho como trabajadoras que al menos sean independientes.

 

“Eso de poner la dignidad en la entrepierna: no. La identidad es más que lo que te da de comer”

Asun, trabajadora social del Centro Alba, comité antisida, reparte “gomas” y  apoya sin hacer preguntas a más de las 7.000 trabajadoras sexuales que pasan por el centro periódicamente.

Asun nos advierte de los peligrosque puede suponer vincular inmigración y prostitución, pues esto puede falsear los estereotipos y fomentar exclusiones, “y las personas de orígen extranjero deben ser tratados dentro de los marcos de la ciudadania” Sin embargo reconoce Asun que, aunque continúe habiendo bastantes prostitutas españolas , en los últimos años han sido sustituidas por mujeres latinoamericanas, subsaharianas y de Europa del este, que ejercen la prostitución como algo mucho más pasajero. Según Asun, existe una diferencia entre  prostitutas españolas, que sentían que su actividad laboral era el constituyente máximo y esencial de su identidad y que no podrían ser putas y buenas madres y  las mujeres del mundo, que son capaces de compatibilizar la prostitución con muchos más registros de su vida personal. Para ellas, el trabajo en el sexo es una coyuntura.  “Existen un deseos de libertad y emancipación ante la presencia machacona y tediosa del hombre en muchos países- dice Asun- porque aquí en España, aunque haya mucho por hacer, las mujeres hemos logrado muchos derechos.” Según su experiencia, el ejercicio de la prostitución se puede convertir en una elección liberadora para algunas extranjeras. “Y es cierto que las actividades sexuales remuneradas es mejor hacerlas ¡fuera del pueblo de una! el desarraigo se vuelve una ventaja.” Asun cuenta que Las extranjeras han llevado mucha alegría al centro Alba, aunque la competitividad ha hecho bajar los precios y la crisis económica se nota, el consumo disminuye y la calle tiene sus reglas.

«Eso de poner la dignidad en la entrepierna: no- añade contundente Asun, trabajadora social- En el comité Antisidatrabajamos la desculpabilización y la autoestima. Es importante que las trabajadoras sexuales tomen conciencia de los riesgos del SIDA y otras ETS, cuestión de  prevenir los riesgos laborales…pero cuando estás hecha una mierda y no valoras la vida todo te da igual… Las chicas se sienten culpables por si transmiten el sida a un cliente que quiere follar sin condón, y la mayoría de los clientes es lo que quieren: yo lo pago yo ordeno. En este mundo hay auténticas maestras en poner el condón con la boca sin que los clientes se enteren «Ha habido un aumento considerable del virus del SIDA entre los heteros y se ha reducido en los homosexuales, lo que supone un riesgo para las prostitutas, ya que hay mucha irresponsabilidad entre los hombres que no quieren utilizar preservativos.

También se obliga a las trabajadoras sexuales a realizarse las pruebas durante el embarazo. Los clientes son variados, no hay un estereotipo, “hay personas con una economía muy ajustada y aun así pagan por sexo-dice Asun- son de distintas nacionalidades no sólo españoles.” En los comentarios que corren por la calle Boggiero, se ha notado un gran descenso en la edad de los clientes, cada vez son más jóvenes y van en grupo.

En el centro Alba solo pueden entrar mujeres, la mayoría, (hasta 7.000) van allí en busca de condones gratis, pero algunas también buscan alguien que las escuche sin establecer juicios de valor sobre su doble vida, porque dicen, cada cual lleva su ritmo, y preguntar es una invitación a la mentira. Las trabajadoras del centro Alba comenzaron en el año 1983 a tratar investigar desde la acción, con un objetivo: desestigmatizar y prevenir el sida. En una época en que eso era cosa de drogadictos y homosexuales,  la mayoría de los sexualmente activos no creían poder tenerlo. El comité antisida tenía su sede en la C/ Pignatelli, pero comenzaron a plantear parte de sus tareas desde una perspectiva de género, en otra sede. La dignidad es su batalla. Los estereotipos de la mujer puta, son una exacerbación del mito de la mala mujer, cada cual se gana la vida como puede, además, somos mucho más que lo que nos da de comer. Pasó un tiempo hasta que consiguieron el comité antisida consiguió ganarse la credibilidad de la administración, pero al final han logrado subvenciones para proyectos sanitarios. La postura que defienden les ha supuesto algunas críticas de la Iglesia o de centros en los que la prostitución se trata desde una perspectiva más moralista o tendente a la integración en otras actividades laborales. Según Asun, falta mucho para que en España las trabajadoras sexuales salgan a la luz y reivindiquen su situación de trabajadoras sexuales. Además, el hecho de que esten siendo los hombres, dueños de los locales de alterne, quienes más esten pidiendo la regularización de la prostitución, no es algo positivo para la autonomía de la mujer y la autogestión de su cuerpo. Si se regulariza la prostitución en estas condiciones puede que los más beneficiados sean los empresarios. A algunas mujeres les conviene no cotizar, pero conservar su autonomía. La mayoría de las prostitutas extranjeras distinguen perfectamente el sexo con amor y el sexo profesional, y aseguran que “si tu pareja quiere que te prostituyas, es porque en realidad no te quiere”

Niños afectados por precariedad 

Faltan plazas de guardería y los horarios de trabajo de las mujeres inmigrantes no les permiten cuidar a sus hijos más pequeños

“Esta guardería es para gente que no tiene recursos, gente que no tiene absolutamente nada. Cada año tenemos que rechazar muchas solicitudes, no podemos coger a todos, la ley me obliga a tener como máximo a 20 niños por aula, esto es una pena», comenta Carmen Remiro, la directora de la guardería del Carmen.
Lo que comenzó siendo un centro para hijos de las prostitutas de Zaragoza, ha tenido que adaptarse a los tiempos actuales, con la inmigración se acogen a niños de todas las nacionalidades hasta que alcanzan la edad de escolarización. «La mayoría de los niños que están en el centro provienen de hogares monoparentales»-continua la Madre Carmen Remiro- la mujer tiene que trabajar y cuidar de sus hijos pero en Zaragoza hay pocos centros como este lo que les dificulta el acceso al trabajo.
«Estas mujeres trabajan en lo que nosotros no queremos trabajar y en horarios muy incómodos, pero ¿qué hacen cuando el niño se pone enfermo?,no tienen familia aquí y nadie puede cuidarlos» Según la directora, a “esta gente” la explotan en todo, en los trabajos, en el alquiler de los pisos. Muchos viven varios en una misma casa pero cuando el dueño se da cuenta de que hay más gente les sube el alquiler. Conseguir la tarjeta de residencia tampoco resulta fácil, cuando llegan a España pueden empadronarse, pero están en situación ilegal.  Cuando consiguen un contrato de trabajo tienen que poner en regla todos los papeles y volver a su país, el contratador envía los papeles a la embajada desde la que tramitan la tarjeta para volver a España en situación legal. «Según el último plan de inmigración- dice Carmen Remiro- los trabajadores de orígen extranjero que tienen la fortuna de que alguien les haga un contrato de trabajo sin tener permiso de residencia tienen que volver a su país de origen a tramitarlo, cosa que a mi me parece absurda». Las prostitutas no pueden declararse tales, con lo cual regularizar su situación es bastante más complicado.
La orden del Carmen dispone de una casa de acogida en las prostitutas en mala situación (alcohol, pobreza extrema..) se pueden quedar de tres meses a un año hasta que mejora un poco su situación
«Económicamente las prostitutas tienen mas posibilidades, y algunas
están muy bien situadas, aunque también acogemos a algunos de
sus niños aquí. Lo que nos preocupa es la protección del niño».
El problema es que se demandan mas guarderías porque las municipales no acogen a estos niños, piden a los padres la tarjeta de residencia, contrato de trabajo, y actualmente en Zaragoza hay un gran número de ilegales que también conviven con nosotros, luchan por vivir con dignidad y sacar adelante a sus familias.

 


Respuestas

  1. Gracias ASUM E TODAS LAS AMIGAS DEL CENTRO ALBA.

  2. asun me has alludado mas de lo qe crees. grasias


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